lunes, 13 de septiembre de 2010

Reseña: El juego del ángel, Carlos Ruiz Zafón




Título: El juego del ángel
Autor: Carlos Ruiz Zafón
Lugar de publicación: Barcelona
Editorial: Planeta
Año: 2010
Páginas: 667


Saboreando el comienzo:

"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que él. Un escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alta tiene precio."


En la contraportada:

"Supera a La sombra del viento. Zafón es el mejor narrador de nuestro tiempo." (Corriere della Sera)"

"Zafón ha reinventado lo que significa ser un gran escritor. Su habilidad visionaria para narrar historias ya es un género en sí mismo." (USA Today)


Mi opinión:

Intentar hacer una crítica de esta obra maestra es como intentar describir un color a un ciego que nunca ha visto nada. Cualquier palabra que yo pudiera decir de este libro sería desmejorarlo, así que intentaré describir los sentimientos que me ha producido pero a mi manera, sin demasiadas florituras, ya que es imposible llegar a su altura y da pena no tener palabras suficientes para describir su grandeza. No, no me estoy pasando.

Al empezar el libro pensé: "Es una historia donde se critica a las Editoriales que se quedan con los beneficios de los autores e incluso, los utilizan como esclavos que escriben pero donde el autor pierde todo protagonismo".

Creía que la cosa se quedaría ahí. Nada más lejos de la realidad. Esa sería sólo la introducción a la verdadera historia que nos quiere contar Zafón y logra con toda maestría: el misterio que esconde la historia de un patrón, como lo llama el protagonista, David Martín. Ese hombre, llamado Andreas Corelli, pretende sacar a un gran autor como David del lúgubre antro donde está metido: una editorial penosa con dos editores con mucha cara, que pretenden hacerle escribir libros sin publicarlos con su verdadero nombre nunca, o sea, que David escribe novelas con un pseudónimo, por lo cual nadie le conoce como lo que verdaderamente es: el autor de una gran novela.

Tiene un amigo librero, un tal Sempere, que tiene un hijo bastante tímido junto al que llevan una librería de viejo con un montón de libros amontonados que nadie quiere, la mayoría clásicos. Las ventas no van nada bien y necesitan urgentemente la ayuda de alguien para remontar. Aquí entrará en juego Isabella, una chica que admira a David Martín y se ha ido a vivir con él así por el morro, una especie de fan del escritor. David para quitársela de encima, pues no soporta vivir con nadie y está harto de la gente, la introduce en la librería para que ayude a los Sempere y, a ser posible, el hijo se fije en ella y así poder hacer dos buenas obras de un golpe. Aunque el hijo tímido al principio no está mucho por la labor.

David tiene padre, pero su madre les ha abandonado, y trabaja en un taller. El padre dejará en herencia a David una pistola. Cuando leáis el libro ya sabréis el sentido que todo eso tiene.

Por otro lado, David empieza a conocer los entresijos de las primeras editoriales en las que trabaja, viendo la cruda realidad y bajando a la Tierra después de haber tenido delirios de grandeza al escribir las novelas, pues ve que ni siquiera puede firmar con su nombre lo que escribe, y empieza publicando una novela por capítulos en un periódico, La Voz.

"- Tiene usted mala cara - dictaminó.
- Indigestión - repliqué.

- ¿De qué?
- De realidad.

- Póngase a la cola - atajó."

Sus capítulos tienen éxito, pero unos editores contactan con él, y su amigo Pedro Vidal, consigue que le echen de La Voz para dedicarse a lo que realmente le gusta, escribir novelas y entrar en la editorial. David se deja manipular por sus "patrones" constantemente: por Vidal, por los editores, por su patrón Andreas Corelli...constantemente es manipulado para hacer lo que los otros quieren. De eso se quejará Cristina, la hija del chófer Manuel, de Pedro Vidal. Ella es una chica de su edad que entiende que él está siendo utilizado y no hace nada de provecho:

"No lo dijo con esas palabras, pero me pareció entender que no entendía cómo te prostituías escribiendo seriales de medio pelo para ese par de ladrones, que estabas tirando por la borda tu talento y tu juventud."

A pesar de la diferencia de opiniones, ellos dos se enamorarán, pero alguien se interpondrá en su camino fastidiándolo todo, nada menos que el mejor amigo de David, Pedro Vidal, el hombre con dinero que decía ser su mentor, ayudarle a salir de sus deudas y luego le pega la puñadada trasera que ya veréis.

La segunda parte del libro está ya dedicada por completo al misterio que encierra la demanda por parte de Andreas Corelli con respecto a una obra que quiere que David escriba. Una obra bastante peculiar y que no hará otra cosa que volver a "esclavizar" a David aunque ahora con distinto patrón. De nuevo algo que parecía iba a sacar a David de su anonimato vuelve a ser un encargo, eso sí, muy bien pagado, donde tampoco constará el nombre de David Martín. Pero eso no será todo, alrededor de este Andreas Corelli hay toda una leyenda, que tendrá que ver con la casa de la torre donde vive David. Todo se volverá a enredar y tras una serie de muertes, la policía pisará los pies a David como principal autor de esos asesinatos (de nuevo él está en el peor lugar y en el momento menos adecuado en cada una de esas muertes).


La época de la novela es más o menos entre el año 1900 y el 1930, un poco antes de la Guerra Civil española, por lo que iremos viendo una Barcelona diferente a la que estamos acostumbrados, donde la prostitución, las drogas, la falta de trabajo, la pobreza, las enfermedades...estaban a la orden del día.

"Soñé que corría por las calles de una Barcelona plagada de relojes cuyas agujas giraban en sentido inverso. Callejones y avenidas se torcían a mi paso como túneles con voluntad propia, conformando un laberinto vivo que burlaba todos mis intentos por avanzar."

La novela tampoco es realista, aunque al principio pueda parecerlo, sino que se van introduciendo elementos sobrenaturales, tan bien entrelazados como nos tiene acostumbrados Zafón a hacerlo, y con una narrativa muy amena, de fácil lectura. A pesar de sus 600 páginas, cuando vas leyendo ni te enteras y de repente has leído la mitad del libro. El resto lo lees aún más rápido gracias al misterio que se cierne sobre ese nuevo patrón y todas las peripecias que tiene que pasar David para escapar de él.


Al final, Zafón nos muestra que el escritor normalmente no disfruta de su éxito en vida, sino más tarde, cuando él no puede ni disfrutarlo. Al menos eso es lo que me ha parecido que nos quiere dar a entender.

El libro está cargado de ironía, eso sí, con el uso del humor que caracteriza al autor, pero siempre con ese transforndo realista o más bien, pesimista. Este párrafo resume muy bien la opinión del autor:

"Todo es un cuento, Martín. Lo que creemos, lo que conocemos, lo que recordamos e incluso lo que soñamos. Todo es un cuento, una narración, una secuencia de sucesos y personajes que comunican un contenido emocional. Un acto de fe es un acto de aceptación, aceptación de una historia que se nos cuenta. Sólo aceptamos como verdadero aquello que puede ser narrado. No me diga que no le tienta la idea."

Este párrafo también está bastante bien en cuanto a lo que un escritor es según Zafón:

"...la única manera de conocer realmente a un escritor es a través del rastro de tinta que va dejando, que la persona que uno cree ver no es más que un personaje hueco y que la verdad se esconde siempre en la ficción."


8 comentarios:

  1. Me leí "La sombra del viento" y me encantó. Éste está esperando en la estantería hasta poder dedicarle todo el tiempo que merece, sin prisas.

    Me alegro de que la segunda parte no decepcione, si no que todo lo contrario.

    Muchas gracias por la reseña!!!

    Besitos
    Carmen

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  2. Pues a mí, el juego del ángel, no me parece digno de ser la continuación (o precuela) de La Sombra del Viento.

    LSDV me gustó mucho muchísimo, mientras q el Juego del ÁNgel me decepcionó bastante.. =S

    Bueno, para gustos los colores! ^^

    Un besito bluetooth!! =D

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  3. No me lo he leído porque no me acuerdo de "La sombra del viento", que me encantó, pero necesitaría releer para continuar con éste...

    Besos.

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  4. Me leí todos los de Zafón excepto sus dos primeros, que están pendientes. El juego del ángel, en especial, me gustó muchísimo^^ Muy buena reseña!

    Un beso

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  5. Me parece muy desatinado comparar estas dos obras maestras: LSDV y EJDA. Más teniendo en cuenta que el propio autor ha dicho que no se trata ni de secuelas ni de precuelas. Cada libro vale por sí mismo, con temáticas diferentes, con razones de ser distintas; pero que comparten el estilo inconfundible del genio que los creo. Carlos Ruiz, dio a luz un libro brillante que supo llevar a cuesta el éxito de su predesesor y el cual hay que leerlo sin esperar nada a cambio, sólo así revela su grandesa, porque sólo así se hizo grande LSDV, sin pretensiones de ningún tipo. Gracias Carlos Ruiz.

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  6. ese libro quiero yo leer

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  7. me puede ayudame para pone cometario a tu blogg

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